Rom 8, 19-21
Todas las criaturas están aguardando con grande ansia la manifestación de los hijos de Dios. Porque se ven sujetas a la vanidad, no de grado, sino por causa de aquél que les puso tal sujeción, con la esperanza de que serán ellas también liberadas de esa servidumbre a la corrupción para participar en la libertad y gloria de los hijos de Dios.
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