De vita monachorum, 3, 11
Si todos llevan la carga, como si fueran uno solo, son más los motivos de gozo.
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Citas escogidas y clasificadas por autor y por tema
De vita monachorum, 3, 11
Si todos llevan la carga, como si fueran uno solo, son más los motivos de gozo.
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In Ioannis Evangelium tractatus, 7, 12
Y Dios, si conoce que te ha de ser de provecho, te la otorgará (la salud), y si no te la da, es que no te conviene tenerla.
Regula pastoralis, 3, 12
De mucha salud para el alma sirve el malestar del cuerpo. La enfermedad nos muestra la propia debilidad y reforma el alma; la purifica de los pecados cometidos y la reprime de los que podrían cometerse. El dolor físico nos hace callados y sufridos, nos recuerda nuestras culpas y nos trae a la consideración todo lo malo que hemos hecho. Por eso, al padecer exteriormente, por dentro nos dolemos más de nuestros pecados, y por medio de la lesión corporal, se purifica más la herida oculta del corazón.
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De diversis sermonibus, 111
A veces nuestra fe se manifiesta tan vacilante con respecto a las cosas presentes, cuanto parece que la tenemos firmísima respecto a las futuras (...). ¿Qué género de incredulidad es éste? Mejor dicho, ¿cabe que se dé mayor locura? ¡Como si se pudiera engañar la Sabiduría increada, o engañarnos la Verdad eterna! ¡Como si la Caridad infinita no quisiera darnos lo ofrecido o la Omnipotencia no pudiera otorgarnos lo prometido!
Is 50, 2-3
¿Acaso se ha acortado mi brazo para salvar o no me queda ya fuerza para librar? Con sólo mi amenaza, seco el mar y torno en desierto los ríos, hasta perecer sus peces por falta de agua y morir de sed sus vivientes. Yo revisto los cielos de un velo de sombra y los cubro como de saco.
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Man. 9, 6
Los que son perfectos en la fe piden todo, llenos de confianza en el Señor, y lo reciben porque no dudan.
Homilia I in Nativitate Domini
Ninguno está excluido de este gozo, es a todos común la causa de esta alegría, porque Nuestro Señor, vencedor del pecado y de la muerte, no habiendo encontrado ningún hombre libre de condena, ha venido a salvarnos a todos.
Rom 12, 16-21
Queridísimos no os tengáis dentro de vosotros mismos por sabios, a nadie volváis mal por mal, procurando obrar bien, no sólo delante de Dios, sino también delante de todos los hombres; vivid en paz, si puede ser, y en cuanto esté de vuestra parte, con todos los hombres (...). No te dejes vencer del mal, mas procura vencer al mal con el bien.
In Matthaeum homiliae, 12, 1
Jesucristo, que es Juez de los pecadores, viene a bautizarse entre los esclavos.
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1 Cor 2, 4
Mi modo de hablar y mi predicación no fue con palabras persuasivas de humano saber, sino en la manifestación del espíritu y del poder de Dios.
Epistola ad Corinthios, 16
Y si el Señor así quiso esconderse, ¿qué deberemos hacer nosotros que vivimos por El bajo el yugo suave de la gracia?
Homilia 3 in Epiphania Domini, 5
Sabemos que todo esto comenzó a realizarse desde que una estrella condujo —trayéndolos de tierras lejanas— a tres Magos para que conociesen y adoraran al Rey del cielo y de la tierra. La sumisión de los Magos se nos propone como modelo, de manera que, en la medida en que podamos, secundemos esta gracia que empuja a todos hacia Cristo.
Cualquiera que vive piadosa y castamente en la Iglesia, que saborea las cosas de arriba y no las de la tierra (cfr. Col 3, 2) es, en cierto modo, semejante a esta luz celestial. Mientras conserva en sí mismo el resplandor de una vida santa, muestra a muchos —como la estrella— el camino que conduce a Dios.
Animados por este celo, ayudaos los unos a los otros, queridísimos, para que brilléis como los hijos de la luz (cfr. Ephes. V, 8) en el Reino de Dios, adonde se llega por la recta fe y las buenas obras.
La advertencia que nos hacemos unos a otros es espléndida y de gran provecho, pues nos une a la Voluntad de Dios.
Homilía 9, 3
El amor que tiene por motivo a Cristo es firme, inquebrantable, indestructible.
De bono patientiae, 15
(La caridad es) vínculo de fraternidad,
fundamento de paz,
tenacidad y firmeza en la unión.
Homilía super "Missus est", 1, 7
Dios, a quien están sujetos los ángeles, a quien los principados y potestades obedecen, estaba obediente a María, y no sólo a María, sino a José también por María.
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In Matthaeum homiliae, 6, 3
Dios los llama por lo que a ellos les era más familiar y les muestra una estrella grande y maravillosa para que los impresionara por su misma grandeza y hermosura.
Is 60, 1-4
Levántate y resplandece, que ya se alza tu luz y la gloria del Señor alborea para ti, mientras está cubierta de sombras la tierra, y los pueblos yacen en las tinieblas. Sobre ti viene la aurora de Dios y en ti se manifiesta su gloria. Las gentes andarán a tu luz, y los reyes a la claridad de tu alborada.