045 - S. Juan Damasceno

De fide orthodoxa, 3, 1

Por el misterio de la Encarnación se nos han mostrado a un tiempo la bondad, la sabiduría, la justicia y el poder de Dios. Su bondad, porque no despreció la flaqueza de nuestra propia carne; la justicia, porque habiendo sido el hombre vencido por el tirano, quiso Dios que fuese un hombre el que venciese al tirano y nos arrancase de la muerte; su sabiduría, porque supo encontrar el remedio más conveniente, siendo el mal tan grave; y principalmente, su poder infinito, porque no puede darse cosa mayor que el que todo un Dios se haga hombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario